Carne de cerdo
Prácticamente la mitad del consumo de carne en España es porcino. La carne de cerdo es perfecta para la elaboración de todo tipo de recetas culinarias, por lo que es muy preciada en restauración. Carne tierna para guisos o asados, embutido o el mejor solomillo de cerdo ibérico... En Makro encontrarás todas las piezas de carne de cerdo fresca que necesitas para la cocina de tu restaurante.

Porcino de calidad desde su origen
Una gran variedad de carne de cerdo
Uno de los principales objetivos de Makro es satisfacer las necesidades, muchas veces cambiantes, del cliente de hostelería. Teniendo en cuenta esta premisa, disponemos de diferentes cortes o soluciones de envasado. En Makro podrás encontrar un amplio catálogo de despiece de cerdo blanco, el suculento cerdo duroc o el exquisito cerdo ibérico.
Carne de cerdo ibérico
Además de numerosos cortes de cerdo blanco, en Makro disponemos también de una de las joyas de la gastronomía española: cerdo ibérico. Criado en grandes dehesas de encinares, el cerdo ibérico se alimenta a base de bellotas, lo que aporta un extra de sabor a su carne. Producto perfecto para parrilladas, asados o la elaboración de sabrosos embutidos.
Lo mejor del cerdo para tu cocina
cómo cortar la carne de cerdo
Diferencias entre carne de cerdo ibérica y carne de cerdo blanco
Los cerdos ibéricos se diferencian de los blancos en una serie de cuestiones que, a su vez, influyen en el sabor de la carne.
Conservación de la carne de cerdo
Formatos de carne de cerdo
Preguntas frecuentes
La carne magra es aquella que presenta una menor cantidad de grasa, hierro y nervios, en concreto menos de 10 gramos de grasa total por cada 100 y un máximo de 95 mg de colesterol. Este tipo de carne, denominada también “carne blanca”, contiene, además, menos de 4,5 gramos de grasa saturada, por eso es más digerible y su consumo puede ser más habitual que las carnes rojas.
En el caso del cerdo, la cinta de lomo es el corte más magro, con un porcentaje de grasa inferior a 2,6 % cada 100 gramos. El solomillo y la paleta también se consideran carnes magras.
Las calorías de la carne de cerdo dependen de cada corte ya que esto determinará su porcentaje de grasa. Así, entre las partes con más calorías figuran el bacon y la panceta (entre 407 y 600 kcal por cada 100 g), las chuletas (352 kcal) y el jamón (entre 130 y 350 kcal), mientras que en las de menor porcentaje estarían el lomo (entre 100-150) o el solomillo (140-150).
La forma de cocinar —no es lo mismo preparar un filete a la plancha que hacerlo en una sartén con aceite— así como la edad del cerdo, también repercute en el aporte calórico. Los animales más jóvenes (lechones) presentan un mayor porcentaje de grasa y, por lo tanto, más calorías que un cerdo adulto.