Deshidratadores

Deshidratador: para el secado de frutas y verduras

Con un deshidratador, se pueden preparar en un abrir y cerrar de ojos aperitivos sanos y deliciosos, como fruta deshidratada, chips de verduras o cecina. El suave proceso de secado confiere a los alimentos una variedad especial de sabores y aromas completamente nuevos. En la siguiente guía puedes encontrar todo lo que necesitas saber sobre el deshidratador.

1. Ventajas de los deshidratadores automáticos

Los frutos secos, las patatas fritas de verdura o la cecina de vaca son un tentempié rápido y saludable para tomar entre horas. Con un deshidratador, los alimentos pueden secarse suavemente y conservarse en pocas horas. El secado de los alimentos conserva las valiosas vitaminas, fibras y minerales.

Por ejemplo, puedes conservar fácil y rápidamente la fruta o las verduras frescas del huerto para el invierno o utilizar las sobrantes de forma sencilla y deliciosa. Al mismo tiempo, esto también ayuda a evitar el desperdicio de alimentos y elimina los residuos de envases cuando estos se secan por sí mismos. 

El manejo de un deshidratador automático es sencillo y adecuado tanto para los cocineros profesionales como para los aficionados. Además, este método de conservación es extremadamente seguro y, en comparación con los alimentos secos convencionales de las tiendas, no es necesario añadir productos químicos.

2. ¿Cómo funciona un deshidratador?

Un deshidratador consta de varios niveles en los que se superponen los alimentos previamente cortados. Para conseguir un resultado de secado óptimo, las piezas individuales deben tener suficiente espacio y no estar unas encima de otras. 

Similar a un horno de convección, pero con temperaturas significativamente más bajas, los alimentos se secan suavemente. La espiral de calentamiento integrada calienta los alimentos hasta una temperatura máxima de 70 °C.

Esta bobina calienta el aire del aparato, que se distribuye continuamente mediante un ventilador. El calor resultante extrae el líquido de los alimentos contenidos y hace que se conserven durante más tiempo. Según el modelo, hay ranuras de ventilación en la carcasa o en la tapa por las que puede salir la humedad producida.

3. Deshidratador: procesamiento de alimentos

En principio, casi todos los tipos de fruta y verdura, carne y pescado, pan o pasta pueden secarse en el deshidratador. Incluso las hierbas para hacer especias, los frutos secos para tus propias creaciones de muesli o las setas para preparar platos salados también se pueden procesar con la misma eficacia.

4. Deshidratadores: ¿qué modelos hay?

En el sector de la restauración se distingue entre sistemas de apilado y de deslizamiento. El sistema de apilamiento suele caracterizarse por un precio de compra más bajo y, por tanto, es más adecuado para el uso privado.

Con el sistema de apilado, se apilan varios estantes para secar los alimentos. En este modelo, los ventiladores están situados en la zona superior o inferior, lo que puede provocar un secado desigual. En este caso, a veces puede ser necesario cambiar los estantes individuales durante el proceso de secado.

Por lo tanto, para el uso profesional en el sector de la restauración, es aconsejable utilizar deshidratadores con sistema de deslizamiento. Estos aparatos son comparables a un horno de convección. A diferencia del sistema de apilamiento, el ventilador está situado en la parte posterior del aparato y garantiza así una circulación de aire horizontal y continua. 

De este modo, los alimentos contenidos en el horno se secan uniformemente sin necesidad de cambiar de rejilla. Dependiendo del área de uso, puedes elegir entre modelos con diferente número de estantes.

5. El material del deshidratador

Los deshidratadores automáticos deben ser capaces de soportar largos periodos de calor y humedad y no deben liberar ninguna sustancia nociva en los alimentos durante el proceso de secado. Por ello, se suelen utilizar aparatos de plástico y acero inoxidable.

Para el uso comercial, los deshidratadores suelen ser de acero inoxidable. Esto tiene la ventaja de que los aparatos son fáciles de limpiar y, por tanto, son ideales para su uso en la cocina. La carcasa se puede limpiar fácilmente con un paño húmedo y las rejillas se pueden meter cómodamente en el lavavajillas.

Además, la distribución del calor en los deshidratadores de acero inoxidable suele ser más homogénea que en los aparatos de plástico. El acero inoxidable es un buen conductor del calor y, por tanto, contribuye a un resultado de secado más uniforme.

6. Deshidratador: limpieza y cuidado

La forma más rápida y sencilla es limpiar a mano con agua caliente y un poco de detergente. Los deshidratadores suelen ser de un material fácilmente lavable, por lo que un paño húmedo debe ser suficiente para su limpieza externa. Si es posible, no utilices productos de limpieza agresivos para no dañar el material de la máquina.

Los estantes se pueden retirar fácilmente y limpiar en el fregadero. La mayoría de las rejillas disponibles en el mercado también se pueden meter en el lavavajillas, lo que hace que la limpieza sea aún más cómoda.

Asegúrate de que los insertos estén completamente secos antes de volver a colocarlos en el deshidratador. De este modo, se evita el desarrollo de bacterias y moho debido a la humedad restante.

7. Deshidratadores: características y diferencias

Para un uso profesional, debes asegurarte de utilizar un aparato con sistema de deslizamiento y un consumo de energía de al menos 750 vatios. De este modo, siempre conseguirás resultados uniformes y reducirás el tiempo del proceso de deshidratación. 

También debes prestar atención a una regulación de la temperatura variable, ya que los distintos alimentos suelen requerir temperaturas diferentes. 

Además, en el sector de la restauración comercial, es aconsejable utilizar un aparato de mayor calidad fabricado en acero inoxidable, ya que es más duradero y fácil de limpiar. Los electrodomésticos de este material también tienen un soporte más estable y son mucho más robustos.