Bolsas de congelación para hostelería

Las bolsas de congelación ofrecen múltiples usos en la gastronomía y se emplean, principalmente, para almacenar, transportar y conservar alimentos. En nuestro Marketplace online, se pueden encontrar en formatos pequeños y grandes, así como en diferentes tamaños. Esta guía te ayudará a elegir los productos más adecuados para tu negocio y usarlos de manera óptima.

1. Modelos típicos de bolsas de congelación

Por lo general, las bolsas de congelación consisten en un tubo de plástico que ya está cerrado en un extremo o en forma de rollos sin fin para usar con equipos de envasado al vacío.

Las bolsas vienen con o sin pinzas de sellado, aunque también se pueden pedir en formato de bolsa con autocierre, cierre zip o de cremallera. Además, la mayoría de estos modelos son aptos para su reutilización, lo que puede aportar interesantes ventajas ecológicas y económicas.

Si las bolsas de congelación son aptas para el microondas, los alimentos de su interior se pueden descongelar o cocinar de forma rápida y suave. Esta información se encuentra en el paquete, donde también se indica el rango de temperatura recomendado para usar las bolsas de congelación.

1.1. Bolsas de congelación de rollo

Un tubo de congelación en forma de rollo sin fin ofrece gran libertad de diseño para su uso con bolsas de congelación de tamaño individual. La mayoría de los dispositivos de envasado al vacío tienen un dispositivo térmico de sellado y división que permite cerrar herméticamente las bolsas de congelación y, al mismo tiempo, separarlas del rollo.

Una variante similar en concepto son los rollos de bolsas con tamaño predefinido que se pueden separar del rollo. Este modelo favorece el orden a la hora de almacenarlo, pero requiere un asa adicional para cada extracción. Por lo tanto, muchos fabricantes han preferido ofrecer bolsas individuales extraíbles en su correspondiente caja dispensadora.

1.2. Prácticas bolsas de congelación con autocierre

Si las bolsas de congelación tienen autocierre, como el sistema zip o de cremallera, se pueden abrir y cerrar de manera muy fácil y segura. Esto es útil para las siguientes aplicaciones:

Uso repetido de las bolsas de congelación
Conservar grandes cantidades de producto que se usan de poco en poco
Cierre hermético sin pinzas de cierre adicionales
Almacenamiento ordenado, seco y limpio de artículos pequeños, como recibos, gorras o artículos decorativos

Como las bolsas de congelación con autocierre requieren más esfuerzo para su producción, suelen ser considerablemente más caras que los modelos más sencillos. Por lo tanto, antes de comprarlas, valora si el ahorro de tiempo o la mejora de calidad justificará el incremento general en el gasto.

1.3. Utiliza bolsas reutilizables para congelar de forma económica

Dependiendo de para qué las utilices, las bolsas de congelación reutilizables pueden ser una solución útil para tu negocio. Es posible reutilizarlas en ciertos casos, como cuando:

La comida congelada se introdujo en seco
Los artículos almacenados no dejan olores ni residuos en el material
Puedes limpiar las bolsas de congelación a fondo e higiénicamente
Se introducen una y otra vez los mismos alimentos (como el mismo tipo de especias, harina, azúcar o legumbres secas)

En gastronomía, es especialmente importante prestar atención a una minuciosa higiene. La aparición de gérmenes puede inutilizar rápidamente grandes cantidades de alimentos y, de ese modo, provocar pérdidas económicas y materiales. Por lo tanto, se debe valorar a conciencia el uso repetido de bolsas de congelación en estas áreas.

No obstante, para ahorrar residuos, siempre puedes emplear las bolsas de congelación que ya se hayan usado en forma de bolsas de basura.

1.4. Múltiples tamaños para soluciones de almacenamiento individuales

Se pueden adquirir bolsas de congelación en estos tamaños comunes:

Capacidad de 1 litro
Capacidad de 2 litro
Capacidad de 3 litro
Capacidad de 6 litro

En bolsas de congelación de 1 litro de capacidad cabe cómodamente una porción de sopa, verduras o carne. Las bolsas de congelación con una capacidad de 3 litros y más han demostrado permitir un almacenamiento óptimo en la gastronomía.

Al elegir el tamaño, también hay que tener en cuenta que los alimentos se congelan y descongelan más rápidamente cuando se envasan en menores cantidades.

1.5. Envasar al vacío para más calidad

Las bolsas de congelación al vacío son sumamente útiles para la gastronomía, puesto que este sistema de almacenamiento ofrece las siguientes ventajas:

Es imprescindible para cocinar al vacío
La comida dura hasta 5 veces más
Se minimizan las quemaduras por congelación
Consigue una mejor conservación de vitaminas y nutrientes

Existen varios dispositivos para envasar al vacío que funcionan como una bomba de aire mecánica sin electricidad o están equipados con dispositivos integrados de succión, unión y separación.

2. Comprar bolsas de congelación

Al adquirir bolsas de congelación, es necesario prestar atención al tamaño del contenedor y al volumen de las bolsas individuales. Además, la solución de cierre también es importante. Las bolsas de congelación al vacío deben ajustarse a la anchura de tu dispositivo de envasado.

Para descongelar o recalentar la comida en el microondas posteriormente, se necesitan bolsas de congelación aptas para el microondas.

Las siguientes características también pueden resultar prácticas:

Material transparente
Campos de etiquetado para identificar el contenido
Inclusión de pinzas de cierre
Sistema de autocierre integrado
Contenedores de varios tamaños (por ejemplo, 1, 2 y 6 litros)

Además de las bolsas de congelación clásicas, también se pueden encontrar bolsas de congelación en el Marketplace online de Makro que permiten transportar alimentos congelados de manera segura y cómoda. Puedes usar estas bolsas para todas tus necesidades, ya sea para tus compras personales o como servicio para tus clientes. No solo mantienen frescos los alimentos congelados, sino también los productos perecederos como la carne, el pescado o los lácteos.

3. Cuidado de las bolsas de congelación

Guarda tus bolsas de congelación en un lugar seco, oscuro y fresco hasta que las uses para que el material no acuse los efectos de la intemperie y el paso del tiempo. Un lugar ideal puede ser una despensa, un armario de almacenamiento, un cajón de acceso rápido o incluso un estante protegido de la luz directa.

No elijas una ubicación demasiado cercana a las placas de cocción para que los vapores y el calor que allí se generan no afecten negativamente a la durabilidad de las bolsas.