Máquinas de cápsulas

¿Qué máquina de cápsulas es más adecuada para ti?

Las máquinas de cápsulas de café (también llamadas máquinas automáticas de cápsulas) son máquinas especiales de café en porciones que pueden preparar diferentes variantes de café con solo pulsar un botón. Gracias a su principio de facilidad de uso en el que diferentes cápsulas producen diferentes cafés, y a su diseño que ahorra espacio en comparación con las máquinas de filtro más grandes, las máquinas de cápsulas son ideales para los establecimientos de restauración más pequeños, como bares y pizzerías con espacio limitado en la zona del bar, así como para las empresas del sector deportivo y de eventos que quieren ofrecer a sus clientes un servicio adicional de café. En esta guía podrás descubrir todo lo relacionado con las máquinas de cápsulas y lo que debes tener en cuenta a la hora de comprar una.

1. Cápsulas frente a otras máquinas

La mayor ventaja de las máquinas de cápsulas es su facilidad de uso. Mientras el depósito de agua integrado esté lleno, lo normal es que coloques una cápsula en la máquina, pulses el botón de la cantidad deseada y la máquina haga el resto por ti.

Dependiendo del fabricante y del modelo, la mayoría tienen hoy en día incluso un espumador de leche integrado, que puede elaborar incluso un capuchino o un café con leche con solo pulsar un botón, reduciendo así la cantidad de trabajo al mínimo. Otra ventaja sobre las demás máquinas de café es el diseño compacto de las máquinas de cápsulas.

Los modelos más populares están disponibles desde una anchura de unos 20 cm, por lo que puedes encontrar un lugar adecuado para ellos en casi cualquier zona de bar. Gracias al principio de las cápsulas de café, estas máquinas también permiten ofrecer muchas especialidades de café diferentes sin mucho esfuerzo.

Hoy en día, las cápsulas de café están disponibles en todos los sabores y modos de preparación imaginables. Por ejemplo, hay cápsulas de café con sabor a avellana, con notas afrutadas o incluso con un toque de chocolate o caramelo.

Incluso las distintas especialidades de café, como el ristretto, el espresso, el capuchino o el café con leche, pueden prepararse pulsando un botón, lo que te ahorra la necesidad de formarte como barista.

2. Cómo funcionan las máquinas de cápsulas

La cápsula insertada se encierra en una cesta de cápsulas, presionada contra una platina piramidal y perforada por pinchos. A continuación, se inicia el proceso de infusión y el agua calentada se introduce en la cápsula a gran presión hasta que la membrana de la parte inferior de la cápsula se rompe y el café infundido sale de la máquina hacia la taza a través de las aberturas de la plancha piramidal.

Según el modelo, también hay depósitos de leche extraíbles que aspiran la leche con la ayuda de un sistema de mangueras, la calientan y la vierten en la taza a través de pequeñas aberturas a alta presión. Esto hace que la leche se espume simultáneamente y la prepara para un capuchino, un manchado o un café con leche.

Dependiendo de tus necesidades, tienes la opción de invertir en un modelo con depósito de leche y sistema de espumado o comprar una máquina de cápsulas pura sin sistema de leche y utilizar un espumador de leche externo para preparar la espuma de leche.

También hay que tener en cuenta que las distintas máquinas de cápsulas solo son compatibles con determinadas cápsulas de café, lo que significa que cuando compras una máquina de cápsulas, ya estás limitando en cierta medida las posibilidades.

Sin embargo, cada proveedor vende ya las especialidades de café clásicas y no tienes que preocuparte por tener que prescindir de un manchado o similar si te equivocas en tu elección.

3. Máquinas de cápsulas de diferentes fabricantes

Probablemente la máquina de cápsulas de café más conocida gracias a George Clooney es la máquina Nespresso de los fabricantes DeLonghi y Krups. Pero, aparte de Nespresso, hoy en día casi todos los fabricantes de máquinas de café automáticas tienen también máquinas de cápsulas en su gama.

 

Bosch, por ejemplo, tiene la Tassimo, que ha ganado varios premios. Pero Nescafé también tiene muchos fans entre los aficionados al café con sus modelos Dolce Gusto. La mayoría de los modelos están equipados con una carcasa de plástico que, sin embargo, es completamente impermeable a la humedad, por lo que las máquinas de cápsulas pueden colocarse en cualquier tipo de zona de bar sin dudarlo.

 

Los diseños van desde el aspecto clásico de las cafeteras en negro y plata hasta colores de moda como el rojo, el verde y el amarillo. También hay modelos de diferentes anchuras, y la Nespresso Essenza Mini de Krups tiene una medida de 8,4 cm de ancho, lo que la hace más estrecha que muchos smartphones actuales.

 

El tamaño del depósito de agua varía entre 700 ml y 1,5 l en los distintos modelos. En raras ocasiones, también se pueden encontrar modelos de 2 l o más, pero son relativamente caros en comparación con los modelos convencionales.

 

Con volúmenes de agua recomendados de 30 ml para un espresso y 150 ml para un capuchino, incluso los recipientes de agua más pequeños están diseñados para una media de 7-8 tazas de café.

4. Cuidado y mantenimiento

Las máquinas de cápsulas requieren mucho menos mantenimiento que las máquinas de café totalmente automáticas o las de filtro. Dado que no entra ningún poso de café en la máquina, ya que todo queda en la cápsula, basta con limpiar regularmente el depósito de agua, el recipiente de recogida de cápsulas y la bandeja de goteo con agua y líquido lavavajillas.

Las recomendaciones de descalcificación varían de un fabricante a otro, pero suelen ser de unas 600 tazas de café preparadas.

En los modelos con espumador de leche integrado, el espumador de leche debe enjuagarse brevemente después de cada uso, ya que de lo contrario los restos de leche del interior de la manguera se agriarán rápidamente y liberan su sabor en el siguiente café.

Sin embargo, los modelos de mayor calidad tienen un botón de enjuague que se pulsa brevemente después de preparar la espuma de leche. De este modo, el usuario se ahorra la tarea más lenta de limpiar a mano.