Gestión de negocio: cómo traspasar un negocio

Al traspasar un negocio no solo cedemos el espacio físico del establecimiento, sino que también podemos ceder activos tangibles como el inmobiliario o activos intangibles como la marca del negocio o la clientela. Para determinar el valor de cada uno se debe analizar cada elemento por separado y finalmente llegar a un acuerdo económico que favorezca a ambas partes. Ten en cuenta que, una vez realizada la cesión, el propietario del establecimiento puede subir el alquiler hasta en un 20%. 

La Ley de Arrendamientos establece que el traspaso de un negocio está exento del pago del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) o el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), siempre y cuando se ceda el negocio en su totalidad. Si el traspaso no se produce en su totalidad, habrá que hacer frente a algunas obligaciones tributarias, que estarán sujetas al IVA o al ITP de cualquier operación ordinaria. 

Ten en cuenta que si el propietario del local recibe un porcentaje por el traspaso deberá tributar por ello. Este porcentaje se deberá declarar como ganancias patrimoniales. El antiguo inquilino autónomo deberá declararlo y tributar en el IRPF como ganancia patrimonial, que se calculará deduciendo del importe el valor neto de los bienes y derechos entregados. Si el inquilino es una sociedad, se deberá tributar en el impuesto de sociedades. 

 Aunque queremos tener en cuenta todo el esfuerzo y el tiempo dedicado al establecimiento, estos no son bienes tangibles que podemos calcular o que puedan ser de valor para el futuro emprendedor. Lo que sí debemos contar es la facturación anual, libros de cuentas, gastos fijos o variables, la cartera de clientes, la ubicación del local y la posibilidad de crecimiento. Debemos también considerar las posibles reformas o inversiones que se deban hacer. 

Es importante contar con la asesoría fiscal y financiera de los expertos, ellos te ayudarán a entender los pormenores de la transacción. En este punto también deberás decidir si deseas un traspaso de alquiler y empezar el negocio desde cero, o mantener la sociedad con los mismos proveedores y clientes, con lo cual la actividad y la marca continúan pero con otro dueño. 

De manera realista, es importante que fijes un precio de traspaso mínimo y máximo. El precio mínimo debe cubrir todos los gastos del traspaso, incluyendo deudas y pagos pendientes e indemnizaciones; el precio máximo incluirá un margen de ganancia y beneficios. Aquí también podemos hablar sobre la señal inicial que servirá para apartar o asegurar el traspaso. Normalmente se abona un 10% del precio final de la operación, si la negociación transcurre con normalidad y no hay contratiempos ni se rompen los acuerdos alcanzados hasta el momento, ese 10% se restará del montante total. 

Es obligatorio redactar un contrato mercantil donde se especifiquen todas las cláusulas y condiciones generales del traspaso, incluyendo los bienes tangibles e intangibles que forman parte del acuerdo. Todo debe quedar claramente detallado y definido. 

Si ocurre un traspaso total del negocio, lo ideal es que el antiguo propietario acompañe al nuevo emprendedor durante los primeros días (incluso semanas) para asegurar que la actividad y las funciones continúen correctamente, sin sobresaltos ni sorpresas para los clientes. 

El traspaso de un negocio requiere seguir unos consejos básicos para garantizar el proceso. Recuerda que cada comunidad tiene sus propios requisitos y particularidades legales o comerciales, por lo que lo mejor será solicitar información en tu localidad.