Cervezas artesanas para hostelería: el deleite de los más exigentes

Es el tipo más conocido en el mundo de las cervezas. Son de color pálido claro, secas, con un sabor ligeramente amargo, con aroma a lúpulo, un toque dulce y muy espumosas. Las cervezas de esta tipología suelen maridar bien con carnes rojas y grasas, como el cerdo, salazones, pescados con sofrito, encurtidos, ensaladas y quesos suaves. 

Son cervezas con carácter, cuerpo y turbidez. Su color característico es producto de la malta caramelizada. Su sabor es más agradable, ligeramente dulce y con un contenido alcohólico medio. Combina bien con cerdo asado, salchichas ahumadas, comidas con un toque de nuez y algunos postres con chocolate.

Estas cervezas tienen mucho cuerpo y una espuma cremosa. Son elaboradas con maltas tostadas y torrefactas, que aportan un aspecto casi opaco, y tiene notas de caramelo y frutos secos. Marida con sabores intensos como el chocolate, quesos añejos y platos con moluscos o langosta.

Son cervezas que destacan por sus ingredientes diferenciados, por su diseño y presentación, por ser de temporada o porque viene acompañada con complementos adicionales. Este tipo de cerveza tiene cabida en un menú innovador, de constante renovación, que cumple con la demanda del cliente.

Los métodos de elaboración de la cerveza artesanal difieren de los de la tradicional (o industrial), lo cual repercute en su sabor, aromas y cuerpo. Las principales diferencias entre ellas son:

• Ingredientes: las cervezas craft son totalmente naturales, no llevan aditivos ni conservantes artificiales, unos ingredientes que suelen añadirse a las industriales (aunque hay excepciones). Por lo tanto, se elaboran únicamente con agua, maltas, lúpulos y levadura en base a la receta de cada maestro cervecero.

• Elaboración: en el caso de las artesanas se realizan de forma casi natural o con máquinas de pequeño tamaño. Por eso la producción es mucho más reducida frente a la tradicional, que está industrializada.

• Fermentación: la cerveza industrial pasa por un único proceso de fermentación, a diferencia de la artesanal, que se somete a un segundo. ¿Con qué fin? Convertir el azúcar en gas de forma natural ya que tras la fermentación la cerveza pierde el CO2. En las industriales el gas se inyecta al final del procedimiento.

• Pasteurización: solo las cervezas industriales se someten a un proceso de pasteurización.

• Filtrado: es otro de los puntos en los que hay una mayor diferencia entre las cervezas craft y las tradicionales. Para eliminar posibles residuos las primeras lo hacen de forma manual o con máquinas muy simples, mientras que las segundas emplean filtrados químicos.

• Tiempos: la cerveza artesanal requiere de más tiempo, por lo que también se denomina “slow beer”. En función de cada tipo su elaboración puede llevar meses e, incluso, años.

• Sabor, aromas: las cervezas industriales cuentan con un sabor más homogéneo, frente a la de las artesanas, que es más variable. Además, su aroma es más intenso y con mayores variaciones.