Un amplio surtido de marisco para hostelería

Uno de los crustáceos que más vendemos en nuestras tiendas es el bogavante: denominado la ‘joya marina’ por los chefs por su sabor a mar y su delicada carne que presenta diferentes texturas. Perfecto para servir con arroz caldoso, a la plancha, cocido, asado, a la cazuela o con acompañamientos de verduras frescas o pasta.

Otro de los productos que más éxito tiene en nuestras tiendas son las langostas. Se pueden incluir en numerosas recetas y su tierna y blanca carne es perfecta para todo tipo de comensales. En Makro podrás disfrutar de los mejores bogavantes y langostas directamente en tu mesa con tan solo realizar tu pedido. Lo tendrás en tu establecimiento en menos de 48 horas. 

Los langostinos y las gambas son perfectos para elaborar ensaladas, salpicones, tortillas y platos con arroz o pasta. En Makro te servimos langostinos y gambas de calidad durante todo el año gracias a nuestros proveedores de confianza, que eligen las mejores piezas para que sirvas productos con sabor y calidad en la mesa de tu restaurante. 

En Makro te servimos el mejor pulpo fresco del mercado así como el suculento pulpo de Dakhla, un exótico pulpo de origen marroquí con gran aceptación entre nuestros clientes hosteleros. También contamos con variedades como el pulpo de Vietnam, entre otros. Rico en proteínas y nutrientes, es un alimento perfecto para realizar a la plancha, en vinagreta, el famosos pulpo á feira o a la brasa. Con nuestro pulpo fresco podrás elaborar suculentas recetas que harán las delicias de tus comensales. 

Fritos, horneados, a la parrilla, marinados, las posibilidades de los calamares en la cocina son infinitas. Compra nuestros calamares frescos para elaborar exquisitas recetas gastronómicas o para incluir en las tapas que ofreces en la barra de tu establecimiento. 

Con el marisco sucede algo similar a la fruta: cada especie tiene una mejor temporada para su consumo, una cuestión que, principalmente, viene determinada por los períodos de veda. Esto no quiere decir que no puedas ofrecer a tus clientes este producto en cualquier época del año (en Makro comercializamos marisco fresco y congelado los 365 días del año) sino que cada especie tiene unos meses preferentes de consumo. Aún así, como norma general los meses de septiembre a abril son los más recomendables para disfrutar de estos manjares.

• Enero: es un buen mes para deleitarse con cigalas, el centollo, el buey, la langosta o el camarón.
•  Febrero: centolla, buey, bogavante, langosta, cigala, camarón o berberechos.
• Marzo: un mes aconsejable para comer percebes, así como langostas, cigalas o centollas.
• Abril: cigala
• Mayo: es uno de los meses menos recomendables para el consumo de marisco fresco, exceptuando aquellos que se comercializan todo el año como los mejillones.
• Junio: bogavante, navajas, berberechos, almejas.
• Julio: bogavante, nécora, almejas o cigalas.
• Agosto: incluye en tu carta el bogavante, las navajas, las nécora o los berberechos.
• Septiembre: cangrejo, bogavante, almejas.
• Octubre: cangrejo, vieiras, navajas, berberecho o almejas.
• Noviembre: camarón, nécora, percebe.
• Diciembre: en el mes de mayor consumo de marisco por las comidas y cenas de Navidad puedes ofrecer a tus clientes prácticamente todo la oferta: camarón, nécora, centolla, almejas, bogavante, percebes… 

Para que puedas ofrecer a tus clientes marisco de la máxima calidad es muy importante que seas muy estricto en su forma de conservación, tanto si se trata de marisco fresco como congelado.

Marisco fresco: la buena conservación empieza por un transporte adecuado para que el producto no sea sometido a cambios bruscos de temperatura, ni un exceso de calor ni golpes. Recuerda que Makro te ofrece la posibilidad de la entrega a domicilio tanto si compras online como en las tiendas físicas. Siempre que sea posible, mantén el marisco vivo ya que esto repercutirá en un mejor sabor. Lo ideal es un acuario de agua salada aunque si no dispones de espacio suficiente puedes optar por guardarlo en la cámara frigorífica (en recipientes de plástico y con una capa de hielo por encima para evitar el desarrollo bacteriano).

Marisco congelado: fundamental mantener la cadena de frío, por lo que el transporte deberá ser siempre en vehículos con cámara refrigerada. Una vez en tu establecimiento, introdúcelo en la cámara congeladora lo antes posible. Si quieres optar por congelar marisco fresco deberás tener en cuenta las condiciones de cada producto; para los percebes, por ejemplo, bastará con taparlos bien con un film transparente, mientras que otros —como la langosta, la centolla o las nécoras— es recomendable cocerlos antes.

En todos los casos es muy importante descongelar el marisco respetando los tiempos, sin optar por fuentes de calor como el sol o un microondas. Lo ideal es meterlo en la nevera el día anterior al que va a ser consumido.